Monday, 22 April 2013

Tercer día: Cos-Bodrum-Yatağan-Muğla

Al final, dejamos Cos con lástima. El mal trago de perder el barco ayer nos ha reportado veinticuatro agradables horas en esta bella isla griega, pequeña y verde. A las ocho de la mañana para nosotros es, por el cambio horario, un poco más temprano. Pero nos levantamos y bajamos derechos a coger las bicis de paseo que nos esperan en la puerta de la calle. Superadas ayer tarde las dificultades de Carmen con la bicicleta, los problemas de equilibrio de Diego, el grupo puede rodar bien. David está cómodo desde el principio, y los profesores no tenemos demasiadas dificultades para dirigir tan exiguo pelotón.
El paseo marítimo de Cos tiene un carril bici muy bien acondicionado y señalizado. Esta vez avanzamos hacia el lado izquierdo, paralelos al puerto, a las decenas de pequeñas embarcaciones atracadas. Rodamos a buena marcha incluso después, por el carril bici que va entre la carretera y la playa. Paramos a echar algunas fotos, la playa es estrecha, está llena de algas y posidonia secas, y el mar tiene un color azul intenso. Se hace raro no ver el mar como una gran extensión; vemos tierra por todos lados: hacia la derecha, la costa turca, y de frente, superpuestas, las islas de Pserimos y Kalimnos y otras cuantas más pequeñas aquí y allá.
Los chicos aguantan el paso y llegamos a Tigaki sobre las diez, justo para tomar el desayuno. Los chicos piden en inglés al camarero, aunque en la barra hablamos con otro hombre, viejo y delgado, con barba descuidada y acento mexicano: Nondas, Tony, ha vivido desde los 17 años en los Estados Unidos, y vuelve por temporadas para atender sus negocios que, como la familia, los tiene acá y allá. Tigaki no tiene nada: un complejo de vacaciones con playa, vacío en esta fecha. Avanzamos un poco con las bicicletas hasta una salina donde se atisban flamencos a lo lejos, y damos la vuelta hacia Cos.

El camino de vuelta se les hace más duro a algunos, pero llegamos sin problemas. Aún tenemos tiempo para una ducha y para ver la ciudad histórica: una mezquita otomana frente al plátano que plantó Hipócrates hace 2500 años, y desde el que daba sus lecciones; el asklepleion y la antigua ágora, que no son más que un montón de columnas y capiteles desperdigados sin ningún cuidado entre la maleza; y el castillo frente al mar, que encontramos cerrado por ser lunes.




Después de la visita cultural, nos sentamos en la terraza del restaurante Sócrates y comemos una deliciosa musaca. Nos invitan a café griego, y ouzo para los adultos. Cargamos las maletas y, hoy sí, llegamos al puerto con mucho adelanto. Casualmente, el barco hoy sale con algo de retraso. Poco a poco vamos dejando atrás Cos, y vemos otras islas griegas mientras nos acercamos a la costa turca. En una hora llegamos al puerto de Bodrum. Desembarcamos en Turquía y no tenemos tiempo para ver nada de la ciudad: es llegar y besar el santo, el autobús parte hacia Yatağan. Recorremos un paisaje boscoso, mientras el ayudante del conductor nos reparte colonia, agua y cafés, y en una hora llegamos a la ciudad. Por fin, el encuentro con las familias: David se queda en Yatağan, pero el viaje de Diego y Carmen aún debe continuar hasta Muğla, pues allí viven los compañeros que los acogen. Mañana nos incorporamos al programa previsto: nos espera la visita a Éfeso.

 Blas Villalta.

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