El primer día de viaje no dejó de ser un día repleto de
medios de transporte para llegar al final de la jornada a Kaunas, la segunda
ciudad de Lituania.
El día comenzó en La
Solana a las 8.15, donde recogimos a los alumnos, y salimos hacia Alicante. A las 15.35 teníamos el vuelo hacia Kaunas, donde un pequeño aeropuerto nos
esperaba para coger el autobús 29 al centro de la ciudad, ya estaba anocheciendo
cuando llegamos al Kaunas City hotel, un cálido hotel y una confortable
habitación triple para profesores y otra para los alumnos nos esperaba para descansar
después de más de ocho horas de viaje.
Cenamos en la franquicia que hay por todos lados en este
país, los restaurantes Charlie´s Pizza, un restaurante ultradecorado donde
poder tomar algo antes de irnos a la cama y charlar con los alumnos sobre lo
que nos depararía la última semana de este proyecto Comenius.
El segundo día de este viaje comenzó a las 8.00 de la
mañana, corriendo por la ciudad al lado del río para mí y a las 10.00 los
alumnos y nosotros desayunamos comprando algún zumo y dulces en el
supermercado que había al lado del hotel.
Nuestra primera visita en Kaunas fue al estadio del equipo de
baloncesto del Zalgiris de Kaunas, con la casualidad de que a una de las
primeras personas con las que nos cruzamos por la calle fue Sarunas Jasikevicius, aquel
jugador del Barcelona que jugó en la NBA y que caminaba tranquilamente por la
calle peatonal que cruza la ciudad antigua de Kaunas.
Un paseo por la ciudad antigua de Kaunas ocupó la mayoría de
la mañana, una ciudad más que tranquila, donde muchas personas caminaban solas,
en un completo silencio y donde se respira paz cuando uno camina por sus calles,
nos paramos en sus numerosos parques, visitamos el ayuntamiento, la catedral de
Kaunas y a las 14.00 recogimos nuestras maletas en la recepción del hotel.
A las 15.35 teníamos la posibilidad de coger un tren a
Vilnius, pero pasamos a un restaurante a comer y al final se nos hizo tarde, con
lo que cogimos el tren que salía a las 17.00 y que nos dejaría a las 18.15 en
Vilnius, un agradable viaje hablando con los alumnos y al llegar a la estación
de la capital lituana una simpática alumna lituana, que alojaba a Marina, nos
indicó dónde estaba la parada del autobús 1G. Al poco tiempo llegó la chica que
alojaba a Ana, que nos acompañó hasta la parada cercana al hotel, y José se
vino con nosotros hasta que su familia de acogida sobre las 18.30 llegó al
hotel para despedirnos hasta la mañana siguiente, donde nos reuniríamos en el hall del
instituto.
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