La semana que se viaja, más las semanas de preparación de los trabajos y la preparación del viaje implican muchas horas de trabajo y muchas horas de nuestro tiempo libre para conseguir que una semana Comenius sea una experiencia inolvidable para nuestros alumnos y para nosotros mismos.
Este viaje comenzó a prepararse en el mes de agosto, cuando conseguimos los billetes para volar a Cracovia, en nuestro Centro los billetes se reservan con las tarjetas de crédito de los profesores y de esa manera se pueden conseguir vuelos más económicos. Una cena en casa con Blas y unas horas buscando los mejores vuelos para conseguir volar en las mejores condiciones después de horas de búsqueda y tardes intentando encontrar los mejores vuelos para no malgastar el dinero del programa, unos días más tarde reservé los apartamentos en Cracovia y ya todo estaba preparado para irnos los dos profesores y las cuatro alumnas de este viaje a la ciudad de Końskie en Polonia.
Este viaje comenzó a prepararse en el mes de agosto, cuando conseguimos los billetes para volar a Cracovia, en nuestro Centro los billetes se reservan con las tarjetas de crédito de los profesores y de esa manera se pueden conseguir vuelos más económicos. Una cena en casa con Blas y unas horas buscando los mejores vuelos para conseguir volar en las mejores condiciones después de horas de búsqueda y tardes intentando encontrar los mejores vuelos para no malgastar el dinero del programa, unos días más tarde reservé los apartamentos en Cracovia y ya todo estaba preparado para irnos los dos profesores y las cuatro alumnas de este viaje a la ciudad de Końskie en Polonia.
El comienzo de curso en España es en septiembre, después de los exámenes, durante una semana decenas de correos para que las alumnas preparasen el mural sobre la “Importancia de la polinización en nuestra sociedad, el comportamiento de las abejas y su estado actual”, y una semana completa preparando el mural, los textos, la forma de exponer, ensayo de las exposiciones y exposición delante de nosotros, los profesores implicados en el proyecto y además delante de sus madres, del trabajo que iban a mostrar a todos los grupos internacionales en la ciudad de Konskie (Polonia).
Y ahora viene todo el trabajo en la semana Comenius, es imposible relatar todo lo que trabaja un profesor en una semana Comenius, en mi coche particular me llevé a las alumnas a Barajas, a las 9.00 de la mañana sus madres y ellas me esperaban en la puerta del Centro, los primeros nervios, las maletas, las tarjetas de embarque, los DNIs, los pasaportes y esas primeras charlas sobre el verano y lo que nos puede deparar el viaje.
Paramos en Decathlon, primeros aprendizajes, les mostré un portadorsales, les expliqué cómo es un triatlón, me vieron como esa persona que pone en práctica aquellos consejos que ellos no entienden cuando se les da clase entre cuatro paredes en un centro de secundaria. También paramos en Ikea, de repente el profesor es esa persona que tiene casa, que les enseña Madrid o que se mueve por la M-40 y las lleva a Barajas. Para hacerlas responsables les di las tarjetas de embarque (yo llevaba otras dos copias, por seguridad), pero son ellas las que tienen que aprender a facturar, embarcar, moverse y leer las pantallas del aeropuerto, a coger el autobús del parking de largas estancias o a moverse con equipaje de mano (más aprendizajes), y para ahorrar algo de dinero, nos llevamos unos bocadillos de casa que nos cominos antes de ir a nuestra puerta de embarque.
Al llegar a Cracovia, más aprendizajes, hay que coger el autobús al centro, el 292 concretamente, del aeropuerto a la estación de autobuses, 40 minutos en bus hasta el centro y después saber orientarse en una ciudad para llegar andando desde allí al apartamento, pero su sorpresa es que los profesores cocinamos, ya no somos el “maestro” de tal o cual asignatura, somos esas personas que les están preparando la cena; a mí, al ser de educación física, me ven por la mañana salir a correr y llegar con el desayuno, ellas preparan las tostadas y todos compartimos un desayuno hablando de la vida, del viaje, de su adolescencia, de su futuro, de igual a igual, y todo sin tener que estar pensando en que lo hacen por obtener una nota, sino solamente por aprender para la vida.
Más aprendizajes, ahora hay que moverse por una ciudad e ir a Auschwitz, estás en Polonia, diferentes medios de transporte, diferentes carreteras, allí los dos profesores mostrándoles un país, ¡E imaginad al llegar a Auschwitz!, ver y entender por qué el ser humano puede crear esas “imágenes” del terror, y la clase de historia sale en cada segundo, hablar de la película “Schindler´s List” o del “Diario de Anna Frank”, o hablar y comentar lo sufrido en el gueto judío de Cracovia, leer en inglés las descripciones del horror nazi o pasear por donde antes tanta gente sufrió tanto y tanto. Después de nuevo compartimos la comida en un KFC con las alumnas, más aprendizajes, más conversaciones y más experiencias en común.
De regreso a Cracovia uno va pensando cuántos aprendizajes y qué distintos cuando uno lo vive y, lo mejor, saber que gracias al trabajo de los profesores, algunos alumnos pueden estar viviendo y entendiendo lo que es la Humanidad, Blas entre medias les habla de literatura, de filosofía, de lo que pueden leer, recita algunos poemas y alguna alumna le comenta que este verano ha leído a Jean-Paul Sartre y las demás le comentan a Blas qué lecturas han sido las que más les han gustado en estos años de instituto.
Muy elocuente tu crónica. Leyéndola se puede entender mejor el valor de un programa como Comenius.
ReplyDeleteEnhorabuena por el trabajo y los resultados tan positivos